Argentina,
segunda del ranking mundial y ganadora de las medallas de plata en los Juegos
de Sydney 2000 y de bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008), hizo un gran torneo,
pese a no haber conseguido el título.
El equipo nacional
dirigido por Carlos Retegui, y en el día del cumpleaños número 35 de su máxima
figura, la rosarina Luciana Aymar, se despidieron de Londres 2012 con un sabor
agridulce, ya que no lograron el único título internacional que les falta: el
oro olímpico.
Pero enfrente
estuvo nada más y nada menos que Holanda, la número uno del mundo y oro en
Beijing 2008, plata en Atenas 2004 y bronce en Sydney 2000 y Atlanta 1996.
Los dos
llegaron al partido decisivo tras ganar sus grupos: Las Leonas el B al vencer a
Sudáfrica (7-1), Nueva Zelanda (2-1) y Alemania (3-1), empatar con Australia
(0-0) y perder con Estados Unidos (0-1); y Holanda el A, luego de ganarles a
Bélgica (3-0), Japón (3-2), China (1-0), Corea del Sur (3-2) y Gran Bretaña
(2-1).
En
semifinales las argentinas derrotaron a Gran Bretaña por2 a1 y las holandesas
superaron en la definición por penales a Nueva Zelanda, después de igualar 2-2
en los 85 minutos de juego (70 reglamentarios y 15 de alargue).
El inicio del
partido mostró el predominio de las holandesas, a partir del buen manejo y la
tenencia de la bocha y la velocidad para pasar de la defensa al ataque.
De hecho, el
conjunto europeo tuvo un par de chances para abrir el tanteador, pero la falta
de puntería en la definición y la arquera Florencia Mutio se lo impidieron.
Por su parte,
Las Leonas, con el transcurrir de los minutos, se acomodaron mejor en la cancha,
ganaron en solidez defensiva, metieron presión en la mitad de la cancha, y poco
a poco se acercaron al arco de Joyce
Sombroek.
Es más, las
argentinas tuvieron un corner corto, que ejecutó Noel Barrionuevo, y
dispusieron de un par de ocasiones de gol, por intermedio de Luciana Aymar y
Rosario Luchetti. Pero al igual que las holandesas fallaron en la definición.
La clave para
nivelar el desarrollo estuvo en hacer un partido más físico para así sacarle
velocidad a Holanda.
El segundo
tiempo fue muy distinto: las europeas golpearon en los momentos justos, con el
gol de Carlien Dirkse van den Heuvel, a los 9 minutos, y con el tanto de
Maartje Paumen, a los 19.
Argentina
intentó descontar, pero no pudo. Y se fue vestida de plata, un logro que
demostró la vigencia de un seleccionado de elite.
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